La ciberdelincuencia es una forma de criminalidad que afecta directamente a los usuarios de Internet, requiriendo de un enfoque global y de medidas enfocadas para su combate. El término ciberdelincuencia abarca multitud de actividades criminales realizadas a través del uso del ciberespacio como trampas de phishing, acoso, ciberamenazas, fraudes, entre otras.
El ‘phishing’ es, tal vez, la forma más popular de ciberdelincuencia, en la cual los criminales envían correos electrónicos fraudulentos aparentemente de organizaciones legítimas, con el objetivo de obtener información sensible y personal. Es de vital importancia que el usuario de Internet tome las precauciones necesarias a la hora de proporcionar datos personales tal como nombres, direcciones e información financiera, pues la pérdida de esta información puede ser muy perjudicial.
Otra forma recurrente de ciberdelincuencia es el acoso. Los ciberacosadores utilizan las comunicaciones electrónicas, como el correo electrónico, las redes sociales o los sitios web, para perseguir y molestar a personas. Estos abusos pueden manifestarse en la difusión de calumnias, amenazas u otras acciones que humillen o avergüencen a alguien. Las consecuencias para los responsables de estas acciones pueden variar desde una multa hasta una pena de prisión.
El ‘ransomware’ es otra forma de ciberdelincuencia que se está volviendo cada vez más común. Los criminales virtuales pueden instalar programas maliciosos en el sistema del usuario y bloquear los archivos importantes hasta que cumpla su condena. Esta práctica puede llevar a la pérdida permanente de los datos, por lo que es importante tomar las medidas de seguridad recomendadas para evitar estas situaciones.
Por último, otra práctica ciberdelincuente común es el hackeo de cuentas, ya que la información contenida en ellas, especialmente si se trata de e-mail, puede ser de un valor immeasurable. Por lo tanto, es primordial mantener nuestras credenciales bajo cierre hermético.
Del mismo modo, el tráfico de drogas a través de la web también ha proliferado, ya que suelen utilizarse técnicas avanzadas y medios de pago electrónicos para asegurar el anonimato. Esta situación resulta extremadamente peligrosa para la sociedad, pues lleva a los adictos a límites insospechados.
En conclusión, la ciberdelincuencia es una práctica cada vez más extendida que afecta a usuarios de todos los sectores de la sociedad. Por esta razón, es necesario que los ciudadanos estén conscientes de los riesgos existentes en Internet y mantenerse alerta ante procedimientos sospechosos.