Internet se compone de varias capas, cada una de las cuales desempeña un papel fundamental en el funcionamiento de la red
Infraestructura de telecomunicaciones:
Esta capa comprende la infraestructura física que permite transmitir datos a través de la red. Incluye los cables, routers, conmutadores y otros equipos de red que forman la columna vertebral de Internet. Esta capa se encarga de establecer y mantener las conexiones entre dispositivos y de encaminar los paquetes de datos a sus destinos.
Protocolos:
Esta capa define las reglas y normas que rigen la transmisión de datos a través de la red. En Internet se utilizan numerosos protocolos, como TCP/IP, HTTP, SMTP, FTP y muchos otros. Estos protocolos garantizan que los datos se transmitan de forma fiable y segura a través de la red, y que los distintos dispositivos puedan comunicarse entre sí aunque utilicen hardware y software diferentes.
Aplicaciones:
Esta capa se refiere a las aplicaciones de software que se ejecutan sobre Internet y permiten a los usuarios realizar diversas tareas, como navegar por la web, enviar correo electrónico o compartir archivos. Ejemplos de aplicaciones de internet son los navegadores web, los clientes de correo electrónico, las herramientas de mensajería instantánea y el software para compartir archivos. Estas aplicaciones utilizan los protocolos subyacentes y la infraestructura de telecomunicaciones para proporcionar a los usuarios los servicios que necesitan.
Juntas, estas tres capas forman los cimientos de Internet, y cada una desempeña un papel crucial para garantizar que los datos puedan transmitirse de forma fiable y eficiente a través de la red.