El proceso de plataformización, descrito en el libro El futuro de los medios de comunicación en 2022, se refiere a la forma en que plataformas digitales como Facebook, Google y Amazon han pasado a dominar la economía en línea. Estas plataformas ofrecen una serie de servicios a los usuarios, desde redes sociales a búsquedas, comercio electrónico y entretenimiento. A cambio, los usuarios proporcionan datos, que se utilizan para alimentar los algoritmos de la plataforma y generar ingresos.
A través de este proceso de plataformización, los usuarios de Internet se han convertido no sólo en consumidores, sino también en productores de datos. Cada acción que realizamos en Internet, desde hacer clic en un enlace hasta realizar una compra, genera datos que pueden utilizarse para comprender mejor nuestras preferencias y comportamientos. Las plataformas utilizan estos datos para mejorar sus productos y servicios, así como para dirigir la publicidad y otras formas de contenido a los usuarios.
En algunos casos, los usuarios también se han convertido en trabajadores de estas plataformas, realizando tareas como la moderación de contenidos o el etiquetado de datos sin remuneración. En este modelo, los usuarios no son sólo la materia prima de la economía de datos, sino también la mano de obra que mantiene la plataforma en funcionamiento.
Las consecuencias de esta plataformización y economía de datos son complejas y de gran alcance. Si bien ha permitido nuevas formas de innovación y emprendimiento, también ha suscitado inquietud en torno a la privacidad, la vigilancia y la explotación de los datos de los usuarios. A medida que los usuarios de Internet siguen generando enormes cantidades de datos, es importante considerar cómo se utilizan estos datos y quién se beneficia de su explotación.