El concepto de colonialismo de datos se refiere a la idea de que los datos se han convertido en una nueva forma de capital en la economía moderna. En este modelo, las empresas que controlan y explotan grandes cantidades de datos de usuarios pueden acumular un poder y una riqueza significativos, de forma muy similar a los capitalistas tradicionales que controlan activos físicos.
El colonialismo de datos se basa en la premisa de que los datos son un recurso valioso que puede utilizarse para generar ideas y desarrollar nuevos productos y servicios. Como resultado, las empresas que son capaces de recopilar y analizar grandes cantidades de datos están en una posición fuerte para dominar sus mercados y extraer beneficios de sus usuarios.
Una de las características clave del colonialismo de datos es la distribución desigual del poder y la riqueza entre quienes controlan los datos y quienes los generan. Los usuarios que facilitan sus datos personales a las empresas a menudo no son plenamente conscientes de cómo se utilizan o se les compensa por su uso. Esto ha suscitado preocupación por las violaciones de la privacidad, la explotación y la concentración de poder en manos de unas pocas grandes empresas.